Las firmas ciudadanas se multiplican para exigir el tren Cartagena-Madrid

La Federación de Asociaciones de Cartagena y Comarca, la asociación ‘Cartagena despierta’ y la Asociación Cartaginense están llevando una campaña de recogida de rúbricas presenciales para exigir el restablecimiento de la línea ferroviaria entre la ciudad portuaria y la capital de España, que estuvo funcionando desde 1862 hasta hace unos meses y que, consideran, está dañando económicamente a esta zona del sureste español. En las fotos adjuntas, algareños estampan sus firmas.

  • Esta tarde-noche hay una charla sobre este tema en El Algar.


El texto del documento que se firma es el siguiente:

FIRMAS POR LA RECUPERACIÓN URGENTE DE LA CONEXIÓN DIRECTA DE TREN CARTAGENA-MADRID

La línea ferroviaria Madrid-Cartagena, inaugurada en 1862 por Isabel II, fue el resultado de la persistencia del entonces alcalde de Cartagena, Cirilo Molina, quien defendió su trazado directo hacia Cartagena. Esta conexión histórica es crucial para la ciudad y su desarrollo económico y turístico. Sn embargo, a día de hoy, Cartagena no sólo no ha avanzado en infraestructuras ferroviarias, sino que ha dado un paso atrás al perder lo que hemos tenido siempre. También, esa falta de acceso al tren, ha afectado negativamente al turismo. Exigimos el restablecimiento de la línea que hemos tenido siempre para mantener la vital conexión con Madrid y mejorar la economía local.
Razones para la recogida de firmas:
- Preservar la conexión histórica Madrid-Cartagena
- Promover el desarrollo económico y turístico de Cartagena
- Exigir el restablecimiento de la línea ferroviaria para todos los pueblos ahora aislados
Mejorar la movilidad y la conexión con otras ciudades

Firma para apoyar el restablecimiento y modernización de la línea ferroviaria Madrid-Cartagena. Es una iniciativa ciudadana que no está vinculada a partido político alguno.



Según ha podido conocer esta redacción, la recogida de rúbricas va por muy buen ritmo, siendo bastantes los lugares donde se puede firmar. En el caso de El Algar:

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